Era un discípulo con genuino anhelo espiritual, pero estaba dominado por múltiples dudas que le inquietaban y le robaban el consuelo. Acudió a visitar al maestro y le expuso una de ellas:
- Maestro, ¿cómo podré saber cuándo estoy realmente en la senda hacia la suprema libertad interior, en la vía hacia la quietud inconmovible? Una sonrisa iluminó el rostro del maestro, que dijo :
- No te atormentes. No dejes que tu mente te abrase con dudas
inútiles y desgarradoras. Cuando realmente estés en la senda hacia la libertad interior y la inconmovible serenidad, ya no te formularás ese tipo de preguntas. ¿Acaso el ave se pregunta si realmente está volando o el pez si verdaderamente está surcando las aguas?
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